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5 ejemplos de Greenwashing recientes: cómo distinguir estas falsas campañas verdes

Por fortuna para todos, la conciliación sobre un consumo más sostenible y ecológico ha ido a más en los últimos años. Pero, por desgracia también, esto ha llegado de la mano de un aumento radical del llamado ‘Greenwashing’.

El también conocido como ‘lavado verde’ es la práctica de hacer que las marcas parezcan más sostenibles de lo que realmente son. Puede consistir en engañosas estratagemas de marketing, en maniobras de relaciones públicas o simplemente en cambiar el envase de un producto ya existente mientras se siguen utilizando ingredientes o prácticas insostenibles.

Es una forma de que las empresas parezcan que se preocupan mientras también aumentan sus márgenes de beneficio, ya que son plenamente conscientes de que las personas con conciencia ecológica están dispuestas a pagar más por productos sostenibles.

Desgraciadamente, el Greenwashing parece ser una tendencia que ha llegado para quedarse. Pero, para reconocerlo, una de las mejores cosas que puede hacer la gente para protegerse de estas estafas empresariales es familiarizarse con los ejemplos recientes de Greenwashing. Conocer los trucos que utilizan pueden ayudarnos a detectar más fácilmente otras campañas similares. Veamos algunas.

Ejemplos de Greenwashing

El greenwashing de IKEA

IKEA es el mayor consumidor de madera del mundo, y su consumo de madera se ha duplicado en la última década. Una investigación de Earthsight descubrió que IKEA ha estado fabricando sillas de madera de haya con madera de origen ilegal procedente de los bosques de la región ucraniana de los Cárpatos, una zona en la que viven animales en peligro de extinción como osos, linces, lobos y bisontes.

Quizá lo más chocante de este caso es que la madera ilegal estaba certificada, lo que ponía en duda este tipo de sellos.

H&M y su supuesta ropa eco

La industria de la moda rápida es conocida por su impacto medioambiental, por lo que es de esperar que se produzca un cierto nivel de greenwashing. Pero un informe de 2021 de la Fundación Changing Markets desveló que no es que hubiera un poco, sino que era una práctica muy extendida.

El informe examinó la ropa de las principales marcas de moda para comprobar la veracidad de sus declaraciones de sostenibilidad y descubrió que el 60% de las afirmarciones eran engañosas. Esto es malo, pero H&M resultó ser la peor de las marcas, con un escandaloso 96% de sus afirmaciones que no se sostienen.

En pocas palabras, prácticamente todas los sellos del gigante escandinavo de la moda estaban diseñadas para engañar a las personas preocupadas por su impacto medioambiental para que compraran.

Campaña de Inocent, bebida de Coca-Cola

Coca-Cola es conocida en este tipo de campañas por una ocasión en la que lanzó una Coca-Cola Green que en realidad no tenía nada de novedoso.

Inocent Drinks, empresa es propiedad de Coca Cola, da otro ejemplo más reciente. La empresa lanzó anuncios de dibujos animados para televisión en Reino Unido, donde tiene mayor peso comercial. En ellos aparecían simpáticos animales cantando canciones sobre el reciclaje y la conservación del planeta. Sin embargo, Inocent no hizo nada por cambiar su envasado, formado por plástico de un solo uso. Un ejemplo claro de subirse al carro de la sostenibilidad sin aportar nada.

Cápsulas de café que no son nada sostenibles

El mercado mundial de las cápsulas de café está valorado en más de 10.000 millones de dólares y crece rápidamente. Pero la montaña de cápsulas desechadas sigue siendo difícil de reciclar. El problema es que normalmente hay que recurrir a servicios de reciclaje especializados en lugar de a los contenedores de reciclaje normales.

Un ejemplo de cómo el proceso de reciclaje puede salir mal es el de la compañía canadiense Keurig, que hizo creer a los compradores canadienses que podían reciclar sus cápsulas de café de plástico de un solo uso simplemente rompiendo la parte superior, vaciando el café y tirando la carcasa vacía a los contenedores de reciclaje. ¿Fácil, verdad?

Pues no. Las cápsulas no eran aceptadas en la mayoría de los centros de reciclaje. La ciudad de Toronto tuvo que retirar 90 toneladas de cápsulas de plástico de los contenedores de reciclaje debido a esta clase de carnicería de cápsulas.

Keurig fue multada con 3 millones de dólares y se le ordenó cambiar las afirmaciones engañosas sobre el reciclaje en los envases.

Envases de plástico que no son para nada sostenibles

Windez, un producto para limpiar cristales de la conocida marca SC Johnson, afirmaba también que sus botellas estaban hechas al 100% de “plástico recogido el océano”. Todo estaría muy bien sino fuera porque el plástico utilizado para fabricar las botellas nunca estuvo en el océano. Se extrajo de bancos de plástico de Indonesia, Filipinas y Haití. Este tipo de plástico se conoce como plástico de origen oceánico porque, de lo contrario, habría acabado en el océano.

Windex también afirmaba que su producto no es tóxico, pero en 2020 se presentó una demanda contra SC Johnson, alegando que los productos Windex contienen ingredientes que son perjudiciales para las personas, los animales y el medio ambiente.

Con estos ejemplos seguramente todos podamos cuestionarnos más cada vez que veamos una etiqueta o un sello verde si podemos estar delante de un posible greenwashing o no.

Por cierto, si quieres saber más, aquí te contamos cómo se regula el greenwashing en España y Europa.

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